domingo, 7 de septiembre de 2014

"Estamos hablando de arte, de fama, de miles de dólares..." - Silvina D´Alessandro


Inauguración: 11 de Septiembre de 2014 


El cine siempre ha generado una enorme actividad del público y un compromiso ritual de espacios diferidos e imaginarios. Atrapada en ese mundo, Silvina D'Alessandro elije referencias puntuales para hacer su película, o mejor dicho una suerte de storyboard.
¿Dónde empieza? Nos indica que en la mesa de montaje. Cortar y pegar, producir un ensayo de fragmentos. Los cortes organizan un nuevo texto que es estructura evidente. A partir de películas investiga problemas y sensaciones que le son afines.

Si en una metamorfosis de tiempo el cine se devora a la foto fija, la obra de Silvina retorna al fotograma como necesaria acción de pausa y detenimiento. Instante como duración alterna. Infrapercepciones. La pintura al óleo es el medio que utiliza para esta trasposición, pero el acto de pintar queda barrado por la memoria del cine y la imagen reproducible. No hay carácter original e irrepetible en sus pinturas (relación aurática como presencia inmediata de una infinita lejanía) sino procedimiento vinculante con otras esferas de la vida social.

Lo más importante del proyecto son los sentidos que se condensan en el conjunto de imágenes. No se trata de reversionar una escena sino de volver a encarnar una existencia. Sartre escribe que siempre uno se compromete en un cierto grado de ignorancia; esta ignorancia es el no saber existencial, condición necesaria de todo saber. El conjunto se compone de momentos sensibles, y hasta cómicos, donde resuena la pregunta ontológica ¿qué es ser artista?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿qué sentido tiene? Realidad paradojal que no encuentra una solución unívoca al dilema.

Tiro de gracia,s que Silvina seleccionó para su  lde las promesas.  miento, un lugar com de imnturasrto grado de ignorancia, esta ognorancia  Después de hora, Soñar, soñar, La Tigra, Antes que anochezca, Vivir su vida, Noche de estreno… tal vez algunas cosas ya nos puedan decir los títulos de las películas que Silvina seleccionó para su desmontaje/montaje de un sujeto artista que es efecto de un dispositivo, que es sujeto herido y sistema de traumas. Lo opuesto a una “heroización del artista” ella lo muestra fragilizado, ni fuerte ni débil, abierto, vacilante, anómalo, capaz de generar intersticios donde se cuela algo de lo auténticamente real. Más que un relato lo que compone es un proceso de pensamiento que involucra gestos y lugar común donde mirarse y ser mirado, donde ser capaz de desarmar existencias de hábitos naturalizados y generar rupturas con las promesas.

Bienvenido el planteo en una época donde la hipermaquinaria de la efectividad mercantil nos obliga una pose exitista de eterno presente.

Karina Granieri, septiembre 2014

BOQUETE de Ignacio Amespil y Agustín Blanco